De acuerdo al informe elaborado, si bien el 2024 cerró con un 26% más de lluvias, el norte bonaerense enfrenta reservas hídricas críticas: “El 2024 terminó con más lluvias que en 2023, pero con menos reservas de agua en el suelo. Las reservas de agua van de escasas a sequía en el 50% de la región. El área más afectada es el NE bonaerense”.
El documento publicado indicó: “Las lluvias del otoño (influenciadas por el fenómeno El Niño que tuvo lugar durante el verano 23/24) sumadas a la recomposición de lluvias durante la primavera de este año, fueron los factores que aportaron más agua al 2024. Sin embargo, diciembre rompió la racha y el sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires terminaron con unos escasos 35 mm, muy lejos de los 110 considerados valor medio histórico para la zona. Solo el sudeste de Córdoba fue el sector más beneficiado con las últimas lluvias de fin de año. De esta manera, las reservas de agua de los suelos al primer metro de profundidad (considerando el consumo de una pradera permanente) actualmente van de escasas a sequía en la mitad de la región núcleo, y si se suma el área con contenido de agua regular, el guarismo asciende al 80%, siendo el noreste bonaerense el sector más seco”.
Asimismo, desde la Guía Estratégica para el Agro destacaron un comienzo de año complicado para los cultivos por la falta de lluvias principalmente en el norte de la provincia de Buenos Aires: “El panorama climático en el norte bonaerense comienza a generar preocupación. Asesores de Baradero, Rojas y Colón coinciden en que este sector no está teniendo un buen inicio de año debido a la persistente ausencia de lluvias”. El cultivo más afectado es el maíz temprano, una elección casi obligada este año debido al riesgo de la chicharrita. Los asesores explicaron que: “los maíces sembrados son casi todos de fechas tempranas de octubre y septiembre; no hay maíces de primera tardíos y apenas un 10% de maíces de segunda; aunque los primeros estadios del ciclo contaron con buena provisión hídrica, la falta de lluvias en diciembre deterioró los cuadros”. Los pronósticos para esta zona no son alentadores: “Están en su periodo crítico y lo transitarán casi sin lluvias. El impacto final dependerá de las lluvias; podría variar entre un 10% y un 30%, según el lote”. Hacia el oeste bonaerense, en zonas como Alberdi y Junín, la situación mejora, pero en el este se ve complicado alcanzar la media zonal de 100 qq/ha.
La soja también enfrenta dificultades, atribuyendo su aspecto avejentado y entrenudos cortos a las bajas temperaturas de noviembre y diciembre o al carry-over de herbicidas. “Si bien no está en periodo crítico, necesita lluvias urgentes”, puntualizaron. Además, entre un 10% y un 15% de los lotes siguen sin sembrarse por falta de agua, y otro 10% fue implantado a la espera de lluvias de fin de año, que nunca llegaron. La mala noticia es que los pronósticos de mediano plazo no prevén precipitaciones de consideración para la primera quincena del año. Y los efectos del fenómeno de La Niña podrían notarse considerablemente.
Paralelamente, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) publicó su informe climático para enero, febrero y marzo y confirma que en casi todo el país se esperan temperaturas promedio más altas que lo habitual para la época. Según las previsiones será un verano más caluroso de lo habitual en casi todo el país De enero a marzo, el informe del organismo meteorológico estima una mayor probabilidad de ocurrencia de temperaturas medias superiores a lo normal en el NOA y la Patagonia. Las provincias más afectadas serán: Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
En el norte del Litoral, Córdoba, norte y sur de Santa Fe, Buenos Aires, La Pampa y Cuyo se pronostican temperaturas normales o superiores a las normales. Las excepciones serán Entre Ríos y el este de Santa Fe, ya que en estas áreas se aguardan registros térmicos normales para la época.
Con respecto a las lluvias, el pronóstico es más incierto que con las temperaturas, que se mantendrán dentro de los lineamientos de los últimos informes. Se prevé que la región del NOA sea la única zona del país que presente lluvias por encima de lo normal este trimestre.