Florencia Misrahi había avisado hace unos días que seguiría en el ARCA, pero hace unos minutos se despidió de sus allegados.
El cambio de denominación de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) a la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) no era solamente de nombre, sino también de funcionarios.
Los cambios que provocaron la disolución de la AFIP y los planes del Gobierno de Javier Milei de recortar la estructura de la nueva ARCA generaron tensión en la cúpula encabezada por Florencia Misrahi, quien sufrió los efectos de la motosierra, sobre todo en el sueldo que iba a percibir a partir de la reestructuración.
El haberse puesto del lado de los empleados tampoco fue una carta a su favor. Puso el grito en el cielo y lo pagó caro: todo la llevó a presentar la renuncia, más después de haber mantenido el martes, en Casa Rosada, una reunión con el vocero Manuel Adorni y dirigentes sindicales.