El plantel profesional de Newell’s Old Boys tomó la decisión de no entrenarse este martes por la mañana en el predio de Bella Vista, en señal de protesta por un atraso en el pago de los sueldos, también abarca al resto de los empleados del club y así se extende su crisis institucional al presente deportivo del primer equipo.
La decisión llegó luego de que el plantel se salvara del descenso y también al conocerse la situación de los empleados de la entidad, que vuelven a reclamar retrasos en sus salarios.
La medida se resolvió luego del triunfo del domingo ante Huracán, en Parque Patricios, que le permitió al equipo rojinegro garantizar su continuidad en la Liga Profesional. Según trascendió, la dirigencia mantiene una deuda de tres meses con los futbolistas, correspondiente a los haberes de agosto, septiembre y octubre.
De acuerdo a fuentes de la dirigencia, se les debe el pago de septiembre y octubre a los futbolistas mayores y octubre a los más chicos. También existe una deuda con los prestadores de servicios.
Se espera que en las próximas horas se emita un comunicado de ambas partes mientras mantienen conversaciones para buscar una solución.
Los que más estarían sufriendo el atraso son los juveniles a quienes, según dicen, los futbolistas de mayor experiencia tuvieron que ayudar económicamente para que no fueran desalojados de sus casas. Por el momento, ningún miembro de la comisión directiva ha querido dar explicaciones de lo sucedido.